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Tecnológicamente inaugura la arquitectura distribuida; educativamente abre la posibilidad de comunicación remota entre centros de investigación, sentando la base de la colaboración académica a distancia.
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ARPANET migra a TCP/IP como estándar. Permitió la interoperabilidad entre redes heterogéneas, factor decisivo para la expansión educativa (redes universitarias interconectadas, estandarización de recursos digitales).
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Tecnológicamente transformó datos en recursos linkeables; en educación cambió la distribución del conocimiento: acceso público a materiales, hipertextualidad en la enseñanza y diseño de recursos didácticos en línea.
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Primer navegador web gráfico de amplio uso que popularizó la Web entre público general. Educativamente facilitó el acceso a contenidos web para docentes y estudiantes, impulsando portales educativos, recursos multimedia y alfabetización digital temprana.
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Hito mediático de la IA clásica: la máquina derrota al campeón mundial de ajedrez.
Marcó la llegada de sistemas especialistas capaces de tareas complejas; en educación plantea reflexión sobre automatización del razonamiento, herramientas de entrenamiento y evaluación asistida por IA. -
Motor de búsqueda que transformó la recuperación de información en la Web. Para la educación significó acceso masivo y rápido a fuentes primarias y secundarias, pero también obligó a enseñar habilidades críticas de evaluación de información y alfabetización informacional.
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Correo electrónico con gran capacidad y buscador integrado (beta, abril 2004). Tecnológicamente cambió expectativas de almacenamiento y comunicación; en el ámbito educativo facilitó comunicación asincrónica, gestión de clases y colaboración entre estudiantes/profesores.
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Plataforma para compartir vídeo que democratizó la producción y consumo de materiales audiovisuales. Educativamente impulsó el video-aprendizaje y la creación de recursos multimedia por parte de la comunidad educativa.
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Lanzamiento de ChatGPT (LLM) y adopción rápida por docentes, estudiantes y plataformas. Tecnológica y pedagógicamente implica acceso inmediato a generación de textos, apoyo en diseño de actividades y retroalimentación, pero también cuestiona autoría, evaluación y competencia crítica. Este período conecta directamente con la idea de cultura líquida: prácticas de conocimiento fluidas, cambio acelerado de herramientas y normas, y la necesidad de alfabetizaciones digitales dinámicas.