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Comunicación
El término comunicación tiene como pre· requisito intercambio entre los protagonistas del proceso. Por ello, tenemos que someter a revisión algunos planteamientos muy enraizados en la relación educativa, sin pretender agotar esta extensa temática, tan amplia y profunda como es la comunicación docente-discente. -
Interrelación profesor-alumno
El aporte procedente de este campo, es expresivo de las relaciones que pueden establecerse entre emisor-profesor y emisor-alumno mediante las operaciones de emisión, recepción y feed-back consiguientes, generando diversos modelos comunicativos -
Boholavsky
Nos definía que la comunicación con el alumno implica el establecimiento del contexto y de la identidad de los participantes : el profesor quien pauta el tiempo, el espacio y los roles de esa relación. -
Conductas comunicativas
Parten de un clima-clase centrado en el profesor, es él quien determina el cómo, cuándo, dónde... de la actividad educativa. Presupone un tipo de relación jerárquica y vertical que no propicia la comunicación, hay una reproductora del modelo propuesto por el profesor. -
Hongre
Hongre, nos dice que es cuestión de no atribuir al educador el monopolio exclusivo del estímulo y de la competencia, cuando algunas de sus funciones pueden ser ejercitadas por algunos de sus alumnos, al menos parcialmente. -
Ruptura del vínculo de dependencia y la autonomía
Este clima presupone que por consiguiente de los actores de este proceso. Quedando marginado su protagonismo individual, no se considera al otro como sujeto de reemplazo o de complemento, sino que su mira apunta hacia el objetivo más noble del individuo que consiste en desarrollar la capacidad de ser libre. -
Factores diferenciales
Todos los factores diferenciales que pudiéramos reseñar, actuarán con sus peculiaridades específicas en la relación interpersonal que se establezca entre docente-discente y entre el grupo-clase. -
Relación educativa
Es la comunicación constante que se establece
entre personas comprometidas en el acto educativo ; es el puente psicológico que permite el diálogo. Es el momento del encuentro y del enriquecimiento mutuo por la entrega en cada acto educativo. Así el verdadero educador es el que es capaz de dialogar con sus alumnos