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Los Estados Generales fueron
convocados para iniciar sus sesiones en mayo
de 1789. En esta asamblea se daban cita
representantes de los tres estados: nobleza,
clero y estado llano (tercer estado). Según la
tradición, se reunían por separado para dar su
consentimiento a propuestas reales y cada
estamento tenía un único voto. -
Tras agrias polémicas
durante varias semanas, los representantes del tercer estado se autodeclararon
Asamblea Nacional y decidieron retirarse a otra sala, en la que se jugaba
a la pelota, y allí decidieron, en reunión con algunos clérigos, pronunciar el Juramento
del Juego de Pelota afirmando que, donde quiera que
ellos se reuniesen allí estaba la Asamblea Nacional y juraban no abandonar el lugar sin
haber dotado a la nación de una Constitución que garantizase sus derechos. -
Versalles fue presa de la agitación política. Luis XVI, acosado por problemas financieros y el descontento popular, se había visto obligado a convocar los Estados Generales, la tradicional asamblea de representación del reino de origen medieval.
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Entre las jornadas revolucionarias protagonizadas por el pueblo destaca el asalto a la prisión de la Bastilla (14 de julio), fortaleza considerada símbolo del absolutismo.
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Garantizaba la libertad individual, la propiedad y la igualdad de derechos ante la ley. Con vistas a enfrentarse a la crisis financiera se decidió la expropiación y venta de los bienes del clero.
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La situación dio lugar a una insurrección popular protagonizada por las clases populares, los sans- culottes: el palacio real de las Tullerías fue asaltado, el rey fue encarcelado con su familia, se puso fin a la Asamblea Legislativa y se convocaron elecciones, por sufragio universal, para una asamblea llamada Convención.
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En septiembre de 1791 era aprobada la Constitución, que establecía el principio de la soberanía nacional; Francia se convertía en una monarquía constitucional, basada en la división de poderes: el ejecutivo (en manos del rey), el legislativo (en una Asamblea unicameral, llamada Asamblea Legislativa) y el poder judicial (ejercido por los tribunales del Estado).
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La Asamblea, por iniciativa de los girondinos, decidió declarar la guerra a Austria, conflicto que muy pronto se extendería a toda Europa y que se planteó como una guerra ideológica: por un lado, Francia pretendía extender el espíritu revolucionario a toda Europa; por el otro, los monarcas absolutos y
la aristocracia unidos en la defensa del Antiguo Régimen. -
La situación dio lugar a una insurrección popular protagonizada por las clases populares, los sans- culottes: el palacio real de las Tullerías fue asaltado, el rey fue encarcelado con su familia, se puso fin a la Asamblea Legislativa y se convocaron elecciones, por sufragio universal, para una asamblea llamada Convención.
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La Convención, en su primera sesión, acordó abolir la monarquía y proclamar la
República. Esta etapa ofrece dos momento distintos: en el
primero gobiernan los girondinos y en el segundo los jacobinos.
Gobierno girondino. Estaban a favor de un gobierno moderado, pero se vieron
desbordados por los jacobinos, partidarios de adoptar medidas radicales.
Los girondinos preferían salvar al monarca, pero no lo consiguieron. -
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Acusado de colaborar con los enemigos de Francia, se le juzga y es condenado: Luis XVI es guillotinado. Ahora bien, la ejecución del rey contribuyó a crear divisiones dentro de la Convención y a que, la guerra, que ya tenía abierta Francia contra Austria y Prusia, se ampliara con la incorporación de otros países, como España e Inglaterra.
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El temor a que la Revolución pudiera verse anulada y la crítica situación económica contribuyeron a movilizar a los jacobinos, quienes, dirigidos por Robespierre, y con el apoyo de los sans-culottes, expulsaron a los girondinos de la Asamblea, quedando ellos como únicos dueños del poder.
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En el plano político se aprueba la Constitución de 1793 que presenta la novedad de elegir a los representantes por primera vez a través del sufragio universal. La nueva Constitución, sin embargo, nunca entró en vigor. En realidad, Robespierre y sus colaboradores gobernaron manteniendo una auténtica dictadura.
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Tras ser condenada a muerte por la guillotina por el Tribunal Revolucionario en el contexto de la Revolución Francesa. Fue acusada de conspirar contra Francia y de despilfarro, y su muerte marcó el fin definitivo de la monarquía en Francia.
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La burguesía moderada estaba alarmada por el creciente protagonismo que iban tomando las clases populares en París. Así, amplios sectores de esa burguesía más moderada, contrarios a los jacobinos, organizaron un golpe de Estado que triunfó, con rápida ejecución de Roberpierre, llevado
a la guillotina. -
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Aprovechando las circunstancias que acaban de anotarse, uno de los militares de mayor prestigio, el general Napoleón Bonaparte, decidió acabar con el Directorio dando un golpe de Estado y estableció como forma de gobierno el Consulado. El poder ejecutivo recaía en tres cónsules, uno de ellos, el primero, cargo que ostenta Napoleón Bonaparte, concentraba todos los poderes.
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Con el Papa Pío VII firmó el Concordato de 1801 por el que el Estado francés se obligaba a mantener los gastos del clero, se aceptaba la venta de sus bienes y se reconocía que la religión católica era la mayoritaria del pueblo francés.
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Se promulgó un Código Civil, imitado luego en otros muchos países, en el que se recogían muchas de las aspiraciones de la burguesía (la libertad individual, la igualdad ante la ley y la propiedad privada). A pesar de toda su obra, su sistema político fue personal y autoritario; el régimen constitucional con separación de poderes logrado por la Revolución se olvidó. En resumen, para unos, la etapa napoleónica fue el epígono glorioso de la Revolución; para otros, una verdadera contrarrevolución.
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En 1804, se culmina este proceso, cuando se proclama a Napoleón Emperador de los franceses. El acto de coronación tuvo lugar en París ante el Papa Pío VII. Napoleón, apoyado por el ejército y la burguesía adinerada, consolidó los principios básicos de la Revolución y anuló cualquier intento de restauración monárquica o de radicalismo jacobino.