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En esta asamblea se daban cita
representantes de los tres estados: nobleza,
clero y estado llano (tercer estado). Según la
tradición, se reunían por separado para dar su
consentimiento a propuestas reales y cada
estamento tenía un único voto. -
En la que se
garantizaba la libertad
individual, la propiedad
y la igualdad de derechos
ante la ley. -
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El 5 de
mayo, bajo la presidencia del rey Luis XVI, se
abre solemnemente la gran reunión de los
Estados Generales. La discusión más
importante –y la clave de la cuestión- era la
forma de votación. El clero y la nobleza pedían
un voto por estamento, el tercer estado un
voto por persona. -
Fortaleza considerada
símbolo del absolutismo.
Paralelamente, en el
campo francés los
campesinos se
movilizaban contra el
poder señorial. Muchos
nobles respondieron
huyendo de Francia con
la intención de conspirar
en contra de la
revolución. -
Tras agrias polémicas
durante varias semanas, los representantes del tercer estado se autodeclararon
Asamblea Nacional (17 de junio) y decidieron retirarse a otra sala, en la que se jugaba
a la pelota, y allí decidieron, en reunión con algunos clérigos, pronunciar el Juramento
del Juego de Pelota, afirmando que, donde quiera que
ellos se reuniesen allí estaba la Asamblea Nacional y juraban no abandonar el lugar sin
haber dotado a la nación de una Constitución que garantizase sus derechos. -
Por último, en septiembre de 1791 era aprobada la Constitución,
que establecía el principio de la soberanía nacional; Francia se convertía en una
monarquía constitucional, basada en la división de poderes: el ejecutivo (en manos del
rey), el legislativo (en una Asamblea unicameral, llamada Asamblea Legislativa) y el
poder judicial (ejercido por los tribunales del Estado). -
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La Convención, en su primera sesión, acordó abolir la monarquía y proclamar la
República (septiembre de 1792). Esta etapa ofrece dos momento distintos: en el
primero gobiernan los girondinos y en el segundo los jacobinos. -
La Asamblea, por iniciativa de los
girondinos, decidió declarar la guerra a Austria (abril de 1792), conflicto que muy pronto se
extendería a toda Europa y que se planteó como
una guerra ideológica: por un lado, Francia
pretendía extender el espíritu revolucionario a
toda Europa; por el otro, los monarcas absolutos y
la aristocracia unidos en la defensa del Antiguo
Régimen. -
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La
situación dio lugar a una insurrección popular
protagonizada por las clases populares, los sans-
culottes (10 de agosto de 1792): el palacio real de
las Tullerías fue asaltado, el rey fue encarcelado
con su familia, se puso fin a la Asamblea
Legislativa y se convocaron elecciones, por
sufragio universal, para una asamblea llamada convención. -
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La burguesía moderada estaba
alarmada por el creciente protagonismo que
iban tomando las clases populares en París.
Así, amplios sectores de esa burguesía más
moderada, contrarios a los jacobinos,
organizaron un golpe de Estado que triunfó,
con rápida ejecución de Roberpierre, llevado
a la guillotina (28 de julio de 1794). -
La Convención se disolvió siendo sustituida por un Directorio de cinco
miembros al frente del poder ejecutivo, elegidos por el poder legislativo compuesto de
dos asambleas, la de los Quinientos y el Consejo de los Ancianos, elegidas por sufragio
censitario o restringido. -
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Napoleón Bonaparte, decidió acabar con el Directorio dando un golpe de Estado el 9 de noviembre de 1799 (18 Brumario) y estableció como forma de gobierno el Consulado. El poder ejecutivo recaía en tres cónsules, uno de ellos, el primero, cargo que ostenta Napoleón Bonaparte, concentraba todos los poderes.
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Con
el Papa Pío VII firmó el Concordato de 1801 por el que el Estado francés se obligaba a
mantener los gastos del clero, se aceptaba la venta de sus bienes y se reconocía que la
religión católica era la mayoritaria del pueblo francés. -
En 1804, se culmina este proceso, cuando se proclama a Napoleón Emperador de los
franceses. El acto de coronación tuvo lugar en París ante el Papa Pío VII. -
Se promulgó un Código Civil
(1804), imitado luego en otros muchos países, en el que se recogían muchas de las
aspiraciones de la burguesía (la libertad individual, la igualdad ante la ley y la propiedad
privada).