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Un momento muy representativo al recibir una mención honorifica como mejor estudiante de mi escuela, era premio a un esfuerzo de mis padres y por supuesto de mi -
Aunque con pocos recuerdos del proceso, un momento para mencionar fue esa graduación (el primer ciclo en este lago proceso) realizada en mi escuela y con una entrada muy organizada, pero a su vez protocolaria -
Inicia ese proceso de básica secundaria, se pasa de una escuela a un colegio, y esa transición es un momento especial pues son nuevos retos -
Aquella fue la primera evaluación de matemáticas que perdí ya que siempre había sobresalido por buenas calificaciones y ese momento fue un punto de inflexión, pues supe que no todo era color de rosas -
En grado sexto, siempre solía ocupar los 5 primeros lugares, pero el segundo periodo en grado séptimo, fue uno de los más difíciles, pues tuve un promedio poco alto que hizo ocupar un puesto bajo, aquí fue mi punto de inflexión pues reconocí que debía mejorar mucho y que el estudio no era un juego. -
Con la llegada de un profesor experimentado y muy exigente en el área de matemáticas, las formas de estudio, aprendizaje y manejo de tiempo generaron una disciplina que luego se convertiría en mi lema de vida y base fundamental para tomar en consideración el ser profesor -
Ya teniendo una disciplina, nace un gusto por las matemáticas a partir de los buenos resultados académicos y de los elogios que se me habían dado, por tanto, comencé a disfrutar un poco más el proceso y a profundizar en los más haciendo ejercicios de práctica. -
Una vez culminados los estudios de grado 9no se celebró una graduación para dar distinción de ese grado de escolaridad donde nuevamente obtuve un reconcomiendo honorifico -
A lo largo de los años el dominio de las matemáticas me llevó a querer enseñar a mis compañeros, ellos fueron mis primeros alumnos, en los descansos, muchas veces me quedaba con ellos y les explicaba ciertas cosas, esto les sería como preparación para la evaluación que se avisaba con anterioridad -
Quizá el mayor fracaso que me atrevo a decir que tuve, pues las expectativas eran ALTAS y era la única posibilidad (en ese momento) que tenía para seguir estudiando, EL RESULTADO: UN PUNTAJE BUENO, PERO NO SUFICIENTE PARA LA BECA -
Ante las ganas y deseo de superación acudo ante un familiar en búsqueda de apoyo económico para iniciar mis estudios en la universidad más cercana UNAD, aprovechando mis capacidades en matemáticas y la inspiración de los elogios dados me enfoqué en estudiar licenciatura en matemáticas) -
Un momento único, pues se culmina un proceso de años de estudio, dedicación y trabajo expresados en una ceremonia de graduación -
Habiendo podido matricular los suficientes créditos, se inicia el estudio para lograr el título de licenciado en matemáticas, pero como siempre antes de la convicción viene la duda, este primer semestre determinada si era un gusto o definitivamente una vocación -
Acabado el año y viendo los resultados y sensaciones, lo que era un gusto se convirtió en una vocación, pues aquí fue donde se unió el espíritu trasformador, las ganas de enseñar, la rentabilidad y el prestigio, permitiendo a este servidor dar ese paso y asumir ese reto para mi vida que a día de hoy no me arrepiento de haber tomado.