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Mis papás deseaban un niño, pero sorpresa... niña.
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Inicié mi vida escolar a los 6 años, por cumplir los 7. El sistema dictaba que si nacías a partir de septiembre, pertenecías a otra generación. Era de las mayores en cada grado escolar.
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Sólo cursé un año de preescolar antes de ingresar a la primaria. La educación era base la religión católica. Aprendí a leer, escribir oraciones, sumar, restar y palabras básicas en inglés. Nos llevaban a misa a la iglesia que se encontraba cruzando la calle.
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Del 2003 hasta el 2009.
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La maestra estaba por jubilarse, tenía la idea de que separando a los "inteligentes" de los "desobedientes" era la mejor manera de educar.
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Educación apegada a lo maternal, la maestra que me enseñó que un profesor también es un apoyo emocional.
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Aprendí la importancia del compañerismo y el trabajo en equipo. La socialización como base para reconocer y aprender cosas nuevas.
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Cada materia tenía su profesor asignado.
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La importancia de aprender, pero también de festejar. Graduación, inicio de la pubertad.
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En secundaria viví mis mejores experiencias de amistad. Tardeadas, quinceañeras. Conocí a quien es m mejor amigo actualmente, seguimos festejando 12 años después.
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La etapa de la adolescencia, el paso a la adultez. Formación base a competencia. Individualismo se hace presente.
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Etapa difícil socialmente. Tres años transcurrieron sin relevancia. No recuerdo de manera amable la preparatoria.
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Reconocimiento del valor de la amistad, la importancia de las relacione interpersonales, experiencias en el campo laboral. El inicio de toda una vida.
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Al llegar a la universidad me topé con el típico maestro temido en la escuela, al que nadie quiere por autoritario y evidenciar lo malo. Me enseñó a ver objetivamente mi licenciatura, a comprender el objeto de estudio y me dio las bases para seguir aprendiendo en 4 años y medio.
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Amistades que permanecen. Profesores que me enseñaron objetividad y trabajo en equipo, individual y profesional.
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Durante la pandemia, tuve la oportunidad de ser contratada como psicóloga trabajando con temas de violencia de género.
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El terminar una carrera es esperar la fiesta, las fotos, los eventos. En mi caso y muchos de mi generación, todo se detuvo por la pandemia. Me gradué mediante una presentación simbólica en YouTube.