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Durante la Guerra de la Independencia, Extremadura fue una de las regiones más afectadas por la invasión napoleónica. La población sufrió saqueos, requisiciones de alimentos y violencia por parte de las tropas francesas. En la región se libraron batallas importantes como la de Medellín (1809), Albuera (1811) y los sitios de Badajoz (1812 y 1813). Además, surgieron guerrillas locales formadas por vecinos que resistían a los franceses, generando un fuerte sentimiento de resistencia popular.
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La Constitución de Cádiz introdujo ideas liberales en Extremadura, como la separación de poderes, la libertad de prensa y algunos derechos ciudadanos. Se crearon ayuntamientos constitucionales en los pueblos, aunque muchas de las reformas tuvieron aplicación limitada debido a la inestabilidad política. Fue un intento de modernizar la región y limitar los privilegios feudales de grandes terratenientes. -
Durante el Trienio Liberal, Extremadura vivió un período de reformas y tensiones. Se reorganizaron los ayuntamientos y se buscó limitar el poder de los grandes propietarios. Sin embargo, la región sufrió conflictos entre liberales y absolutistas, lo que generó enfrentamientos y persecuciones en varios pueblos. Aunque breve, este período dejó una semilla de ideas liberales que persistió de forma clandestina tras el regreso del absolutismo.
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La Ley de División Provincial de 1833 organizó Extremadura en dos provincias: Cáceres y Badajoz. Esta medida estableció capitales, límites administrativos y nuevas instituciones provinciales, facilitando la recaudación de impuestos, la administración de justicia y la planificación territorial. Fue un paso clave en la modernización de la región.
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Aunque Extremadura se mantuvo en gran parte fiel a los liberales, hubo presencia de partidas carlistas especialmente en la Sierra de Gata, Las Hurdes y La Serena. Las aldeas sufrieron saqueos, violencia y desplazamientos, y la guerra aumentó la inseguridad rural. La población vivió un ambiente de miedo y desconfianza, y las estructuras locales se vieron tensionadas por la presencia militar.
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La desamortización supuso la venta de tierras de conventos y órdenes religiosas en Extremadura, lo que provocó cambios profundos en la propiedad rural. Muchas tierras pasaron a manos de grandes propietarios o burgueses, mientras que campesinos perdieron derechos sobre parcelas comunales. Esto alteró la economía agraria y fomentó desigualdades en la región. -
Se consolidó la administración provincial con la creación de la Diputación de Cáceres, encargada de organizar servicios públicos, caminos, educación y justicia local. Este paso fortaleció la estructura política y administrativa de Extremadura.
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Se instalaron los primeros puestos de Guardia Civil en Extremadura para combatir el bandolerismo y mantener la seguridad en zonas rurales. Esto fue fundamental para controlar la violencia y proteger el comercio y la vida cotidiana de los habitantes. -
Durante esta década comenzó la construcción de líneas ferroviarias, como la de Madrid–Lisboa, que atravesaba Extremadura. La llegada del ferrocarril mejoró las comunicaciones, facilitó el comercio y conectó la región con el resto de España y con Portugal.
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Otra desamortización vendió tierras municipales y comunales, consolidando latifundios en manos de pocos propietarios. Esto agravó la concentración de tierras, dificultó la vida de los campesinos y provocó emigraciones hacia ciudades o al extranjero. -
La caída de Isabel II generó movimientos revolucionarios también en Extremadura. Algunas ciudades, como Cáceres y Badajoz, organizaron juntas revolucionarias locales, que buscaban reformas políticas y sociales inspiradas en las ideas liberales y democráticas de la época. -
Durante la breve Primera República Española, algunos municipios extremeños proclamaron la República Federal. Sin embargo, el período fue inestable y la autoridad central tuvo dificultades para controlar la región, marcada por conflictos políticos y sociales.
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Con el regreso de Alfonso XII se restableció el orden monárquico. Las instituciones provinciales y locales se consolidaron, y Extremadura entró en un período de relativa estabilidad política.
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La apertura de esta línea férrea conectó Extremadura con Portugal, fomentando el comercio y la movilidad. Mejoró la economía regional y facilitó la exportación de productos agrícolas. -
Las malas cosechas, la falta de modernización agraria y la concentración de tierras provocaron dificultades económicas. Muchos extremeños emigraron a Madrid, Cataluña o América en busca de oportunidades, marcando un cambio social importante.
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Surgieron agrupaciones campesinas y sindicatos que defendían derechos laborales y mejores condiciones para los trabajadores rurales. Esto marcó el inicio de movimientos sociales organizados en Extremadura. -
La pérdida de las últimas colonias españolas (Cuba, Filipinas, Puerto Rico) afectó económicamente a Extremadura, con soldados regresando y aumento de la pobreza rural. La crisis también impulsó más emigración hacia otras regiones de España y América.