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Sor Leonor, la Archivista de Brigantium
Noble de nacimiento y monja del Monasterio de San Vicente de Elviña (A Coruña) en época románica, Sor Leonor fue Archivista y Escribana del convento. Experta en latín notarial y en la copia de manuscritos, custodiaba los documentos legales y foros que sostenían el comercio del puerto. En una sociedad analfabeta, su caligrafía y rigor daban validez a contratos y privilegios. Figura solemne y respetada, Sor Leonor fue la memoria escrita de la ciudad. -
Elara, novicia en un convento gótico, dedica sus días al estudio y la copia de códices sagrados en el scriptorium, centro del saber y la fe. Su atuendo austero y su mirada concentrada reflejan la disciplina y la sabiduría que va cultivando. Está en camino de convertirse en Maestra de Novicias, una guía espiritual y guardiana del conocimiento, preparada para iluminar con su enseñanza a las generaciones futuras. -
Retrato de Dama de la Casa Valcour
Dama de noble cuna y serenidad elegante, encarna la virtud y el prestigio de su época. Su atuendo de terciopelo verde esmeralda y el delicado tocado de perlas reflejan riqueza y refinamiento. La mirada serena y las manos entrelazadas expresan compostura, inteligencia y dignidad. -
Dama bajo el Claroscuro (siglo XVII)
Retrato de una joven noble que, entre luces y sombras, refleja la dualidad de su vida: el lujo exterior y la soledad interior. La luz resalta su elegancia y el peso de su posición, mientras su mirada melancólica sugiere un espíritu introspectivo y libre. Su imagen encarna el conflicto entre deber y deseo propio de las mujeres de su época. -
Dama bajo los Auspicios de la Razón
Retrato neoclásico que encarna la serenidad y la virtud ilustrada. La joven, de porte sobrio y mirada serena, refleja una belleza guiada por la razón y el equilibrio. Su sencillez y compostura simbolizan la dignidad moral y los ideales del nuevo siglo. -
El Lamento del Alma
Obra romántica que exalta la emoción y la individualidad. La dama, de belleza melancólica, expresa un profundo tormento interior iluminado por una luz dramática. Su figura encarna el espíritu libre y apasionado propio del Romanticismo.