-
La consolidación de los focos de resistencia cristiana en la Península Ibérica fue un proceso crucial que sentó las bases para la configuración territorial y política de España. Este proceso se caracterizó por la formación de pequeños reinos que se expandieron y se fortalecieron a lo largo de los siglos, como el Reino de Asturias, el Reino de León, el Reino de Pamplona, el Reino de Navarra y los condados catalanes. Estos reinos y condados jugaron un papel fundamental en la lucha por el dominio.
-
-