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Identidad entendida como esencia individual o virtud moral. El foco estaba en el carácter (ethos) y en el papel del ciudadano virtuoso dentro del orden social. No se hablaba de "identidad" como concepto reflexivo, sino de la naturaleza humana universal. Enfoque: ética, ciudadanía, logos.
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Identidad ligada a lo religioso y estamental. El individuo se definía por su posición social dada por Dios: noble, siervo, clérigo. La fe y la comunidad religiosa eran el núcleo de la identidad.
Enfoque: obediencia, salvación, rol divino. -
Nacimiento del sujeto individual moderno. Se empieza a valorar la singularidad del individuo, el humanismo desplaza el orden teocéntrico. Auge del retrato y la firma como formas de afirmar la individualidad. Enfoque: individualismo, humanidad, autorrepresentación.
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Identidad como racionalidad universal. La idea de sujeto se basa en la razón, autonomía y progreso. Contradicción: se excluyen otras identidades (mujeres, pueblos no europeos) del sujeto ilustrado. Enfoque: razón, progreso, ciencia.
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Identidad nacional y racializada. Nace el concepto de identidad nacional con base en lengua, territorio, historia común. La biología se usa para justificar jerarquías raciales y la colonización. Enfoque: raza, nación, herencia.
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La identidad se redefine como construcción social y política. Emergencia de identidades racializadas, sexuales, de género y clase. Se denuncia el esencialismo y se lucha por el reconocimiento y la representación. Enfoque: performatividad, lucha, visibilidad.
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Identidad como relacional, contextual y performativa (Judith Butler, Stuart Hall). Se reconoce la intersección de múltiples identidades (raza, género, clase, sexualidad). El sujeto se piensa como mutable, situado y en constante negociación. Enfoque: fluidez, agencia, diversidad.
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Ocampo, Jhon. Wade, P. (2007). Palabras para desarmar: raza, etnicidad y nación en América Latina. Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia - ICANH.