-
«Los primeros testimonios de traducciones por motivos culturales se encuentran en Roma. También en Roma aparecen las primeras manifestaciones de reflexión sobre la traducción: Cicerón, Horacio, Plinio, Quintiliano» (Hurtado, 2001, p. 105).
-
Se construyó en Babilonia (Fabrice, 2016) por los descendientes de Noé. «Babel» deriva del verbo hebreo «balal» (‘confundir’) (Burges, 2023).
Al principio, solo había una lengua. El rey Nimrod quiso construir una torre para alcanzar el cielo y estar a la altura de Dios. Él hizo que hablaran diferentes lenguas y no pudieran comunicarse entre ellos. Ese es el origen bíblico de las diferentes lenguas del mundo (Religión y cine, 2019). -
Antes del s. III a.C. no se traducían textos bíblicos a otros idiomas.
Los descendientes de los judíos que emigraron a Alejandría en el imperio griego hablaban griego, no hebreo.
Por ello, se tradujeron las sagradas escrituras del A. T. del hebreo al griego, conocida como «la Septuaginta» (porque fueron 70 traductores). La traducción se hizo entre el 280 a. C. hasta el 100 a. C.
Fue la versión más usada posteriormente en la época de los apóstoles (BITE, 2018a). -
En Roma, tenemos los primeros manifiestos sobre la reflexión de la traducción y traducciones culturales.
Todos señalan a Cicerón como el primer autor conocido en reflexionar sobre la traducción en el 46 a.C.
Con él, comienza el debate de «traducción libre vs traducción literal», ya que él está a favor de la primera. Este debate continúa hasta casi la actualidad (Hurtado, 2001). -
La Iglesia dio guías para tratar los textos cristianos porque no había un canon para el N. T. (no había un orden ni número fijo de escrituras que componían). Muchos de esos textos forman lo que hoy es el N. T.
Los primeros intentos conocidos de crear un canon fueron el el s. II. Ejemplos son el de Marción y el de Ticiano, que creó un canon con los 4 evangelios llamado «Diatessaron». El canon muratoniano, del año 200, es el más antiguo que tenemos y el que más se asemeja al actual (BITE, 2018a). -
Los primeros cristianos sabían leer las escrituras en griego, pero querían leer el Antiguo Testamento en hebreo.
Orígenes creó «la Hexapla», con 6 versiones del A. T. en columnas para poder compararlas. Las versiones incluían la versión en hebreo, la traducción de los Setenta y otras traducciones al griego.
La obra fue destruida (BITE, 2018a). -
Se le encarga a Jerónimo traducir la Biblia entera del hebreo (A. T.) y del griego (N. T.) al latín. Es la primera vez puesto que esa la primera Biblia completa tal como la conocemos ahora. Jerónimo quería traducir al latín para que todos los cristianos del imperio romano pudieran leer la palabra de Dios, y la llamó la «Biblia Vulgata». Esta Biblia oficialmente se acepta como canon en los siglos IV y V (BITE, 2018a).
-
En el 395, san Jerónimo puso su reflexión en lo que se considera «la carta fundacional de la traductología» (Vega, 1994, citado en Hurtado 2001).
También, apoya la traducción por sentido, no literal, junto a Horacio y Cicerón (Hurtado, 2001). -
En el colapso del imperio romano, los habitantes no hablaban latín, sino versiones vernáculas (castellano, francés…), por lo que la versión de Jerónimo solo la podían leer los letrados. Se prohibió predicar la palabra de Dios en otro idioma que no fuera el latín y se castigaba a aquellos que traducía la Biblia del latín a las lenguas «vulgares», aunque hubo excepciones y algunos gobernantes quisieron traducir el texto para expandir el cristianismo a otros territorios (BITE, 2018a).
-
Durante esta época, se recuperan los conocimientos clásicos y se entablan las bases literarias del futuro.
También se produce la clara diferencia entre la traducción de textos religiosos y textos profanos. El respeto a la palabra sagrada hace que se pegue la traducción al texto de forma más literal, palabra por palabra; lo contrario en las traducciones profanas.
Estas disputas religiosas y políticas sobre la traducción surgen aquí, pero continuarán en el Renacimiento (Hurtado, 2001). -
El rey inglés Alfredo, que incluía prólogos en las traducciones sobre su reflexión, estaba en el limbo entre la traducción palabra por palabra y la del sentido (Hurtado, 2001).
-
Fue obra del arzobispo de Toledo Raimundo de Sauvetât. Toledo, ciudad cristiana conquistada desde 1085, fue el núcleo donde se encontraban intelectuales de las 3 culturas: árabes, judíos y cristianos. Se llevó a cabo la traducción de numerosas obras: del árabe, hebreo o griego al castellano, y del castellano al latín (o directamente al latín). Al principio, era solo sobre ciencia. Alfonso X fue el que amplió las disciplinas, y se traducían al castellano, no al latín (Aladro, 2021; Jordán, 2014).
-
El español Maimónides, que señaló que hay que centrarse en el «desarrollo del pensamiento» (Vega, 1994, citado en Hurtado, 2001, p. 106), no en las palabras.
-
Hijo de Fernando III y una dama alemana, Beatriz, fue el gran motor de la cultura del S XIII. Su madre se crio en una corte interesada por el saber en Alemania, y él heredó ese amor por el saber. Amplió las disciplinas del centro con traducciones de tratados de astronomía, física, alquimia, matemática, obras recreativas (como libros de ajedrez, dados y tablas) y recopilaciones de cuentos. Tradujo al castellano, para que el saber estuviera al alcance de todos (Castilla y León Televisión, 2013).
-
Aquí, diferentes acontecimientos tienen un fuerte impacto en el papel de la traducción como agente transportador de la cultura, como la imprenta moderna, etc. Sobre la dicotomía entre traducción religiosa y profana, la Reforma propugna una traducción de las Sagradas Escrituras que pueda ser comprendida en lengua vernácula (al contrario que el Catolicismo). En la traducción profana, se postula una lectura exigente del original y aparece la importancia de observar el estilo (Hurtado, 2001).
-
El italiano Dante, que introduce el hecho de la intraducibilidad (Hurtado, 2001).
-
El sacerdote inglés, John Wycliffe, tradujo la Biblia por primera vez del latín al inglés (en su inglés vernacular) (BITE, 2018a).
-
El italiano Bruni, que comenzó los manuales de traducción (Hurtado, 2001).
-
-
Con las conquistas y las misiones, la Biblia se extendería en las versiones de lenguas vernáculas, y también se traduce a idiomas de otras partes del mundo (BITE, 2018).
-
Martin Lutero publica su traducción del Nuevo Testamento. La manera en que Lutero traduce la Biblia constituye un momento clave en la historia de la traducción, puesto que privilegió volver al original y generar que el texto esté «disponible para aquellos a quienes la traducción se destina» (Crépon, 2010, p.24). Con la Reforma, se empiezan a hacer traducciones a más idiomas (BITE, 2018b).
-
En «De ratione dicendi», Juan Luis Vives, yendo más allá del debate entre literalidad y libertad, introduce el elemento de atender a la tipología textual, pues en función de ella podría variar la traducción (Ruiz Casanova, 2023).
-
Publicación de «La manière de bien traduire d´une langue à l’autre» en la que Dolet postula 5 reglas que debe seguir todo traductor: comprender el texto y el tema, conocer perfectamente la lengua de origen y la lengua meta, no traducir palabra por palabra, utilizar palabras fuera del uso corriente sólo en casos de extrema necesidad y observar la armonía general del texto (Lopez Carrillo et al., 1995).
-
El concilio de Trento aprueba la Biblia Vulgata de Jerónimo como la versión oficial de la Biblia (BITE, 2018).
-
En «Défense et Illustration de la Langue Française», Du Bellay pone en duda «la legitimidad de la traducción» (Hurtado, 2001).
-
Se publica la «Traducción Literal y Declaración del Libro de los Cantares de Salomón» en cuyo prólogo Fray Luis de León diferencia entre las acciones de «trasladar» y «declarar», según nos explica Hurtado (2001), quedando la primera del lado de la literalidad más extrema y la segunda entendida como traducción más libre.
-
El 28 de septiembre de 1569, Casiodoro de Reina, publicó en Suiza «la Biblia del Oso» la primera versión completa de la Biblia en castellano (Ruiz, 2019).
-
El siglo XVII se caracterizará por una manera de traducir, particularmente en Francia, «efectuando adaptaciones lingüísticas y extralingüísticas; se reivindica el derecho a la modificación en pro del buen gusto…» (Hurtado, 2001, p. 110). Esta práctica se conoció por concebir a las traducciones como belles infidèles, expresión acuñada por Gilles Ménage en 1654 (Menéndez, 2012).
-
A mediados del siglo, surge una contracorriente que exige mayor fidelidad al texto y que propone reglas de traducción. Entre los diferentes autores que recomiendan normas para la traducción, se encuentra Gaspard de Tende, que publica en 1660 «De la traduction ou règles pour bien comprendre à traduire», obra en la que incluye nueve reglas para traducir.
-
En Inglaterra se produce un movimiento similar al de las «belles infidèles» de Francia. John Dryden publica su traducción de las Epístolas de Ovidio, durante un período que Hurtado (2001) nombra como de «recreación». En el prefacio de aquella obra, Dryden critica la traducción palabra por palabra y la imitación, alejándose así del literalismo.
-
Esta época se considera la época del auge de la traducción. Además de haber múltiples críticas y debates en torno a la traducción literal y fiel, se da un aumento de diccionarios técnicos y generales. Se crea la diferencia entre la versión y la traducción, por Marmontel. Además, trae consigo diversas posiciones y reflexiones sobre el grado de fidelidad de una traducción al original, haciendo que distintos autores propongan maneras, especies y consejos para traducir (Hurtado, 2001).
-
En Alemania, Vega considera el siglo XVIII como «el siglo de oro de la traductografía alemana», pues se evidencian grandes reflexiones y propuestas en torno a la traducción, como lo hizo Venzky (trad. en Vega, 1994), proponiendo cinco maneras de traducir: al pie de la letra, priorizar el sentido, añadir conceptos, omitir cosas innecesarias y anotaciones (Hurtado, 2001).
-
Venzky, en la traducción de Vega (1994), menciona cinco «especies» de traducción o maneras de traducir: natural, libre, ampliada, mutilada y la completa (Hurtado, 2001)
-
El suizo Breitinger en su obra «Forsetzung Der Critischen Dichtkunst» (1740) sostiene que aunque los idiomas sean diferentes en forma, son completamente equivalentes en significado, por lo que una traducción no debería cambiar el sentido ni la forma del original. Fundamentando la traducción como la réplica del original, con el deber como traductor de nunca separarse del original en forma, en sentido o en apariencia (Hurtado, 2001).
-
Capmany en su obra «Arte de traducir el idioma francés al castellano» defiende la fidelidad al sentido y la letra del autor, dando a entender que la fidelidad es parte de revestirse con los mismos pensamientos que el autor. Expresa que la fidelidad viene de ponerse en los zapatos del autor y hacer lo que haya realizado, pero en nuestro idioma, de modo que considera la traducción palabra por palabra como una alternativa de escape fácil, mas a sus ojos no tan funcional (Hurtado, 2001).
-
En España se generan discusiones sobre la defensa del español y la crítica a las traducciones. Cadalso en «Las cartas marruecas» destaca la mala calidad de las traducciones de idiomas tan «hermosos» como el francés, que terminan siendo poco y nada reflejados en el texto traducido, a lo que realmente son en el original. Cadalso critica la forma y el estilo de las traducciones, pues no captan realmente la hermosura y complejidad de otras lenguas en la traducción (Hurtado, 2001).
-
En Inglaterra, en «The Translation of the Four Gospels», Campbell en torno a la reflexión sobre la traducción de la biblia propone distinciones entre la fidelidad del sentido, respeto al estilo y al autor, y claridad en el texto traducido, centrándose en la funcionalidad comunicativa del texto original, (Hurtado, 2001).
-
-
Se vive un auge de la traducción gracias a la expansión industrial, comercial, científica y técnica. Se vive un acercamiento a lo que hoy en día se conoce como globalización. Todas esas relaciones entre países, culturas y lenguas ayudan a la traducción a dar un paso adelante. Vuelve la corriente del literalismo y se busca traducir obras contemporáneas y otras más exóticas. Se abre un debate sobre la literalidad en la traducción a lo largo de la primera mitad del siglo (Hurtado, 2001).
-
Una de las primeras obras que reflexionan sobre el proceso de traducción es «Ueber die verschiedenen Methoden des Uebersetzens», de Schleiermacher, 1813, que define dos opciones dicotómicas a la hora de traducir: «la traducción hacia el lector o hacia el autor». Si se mezclan esos dos movimientos en una misma traducción, se consigue un «resultado insatisfactorio» (Hurtado, 2001).
-
Con el nacimiento del Romanticismo, se debate entre la vuelta al literalismo y la reivindicación de la individualidad del traductor como creador (Hurtado, 2001). Humbolt, con su traducción de «Agamemnon» (1816), describe que se debe encontrar un equilibrio en la traducción entre dotar al texto de «cierto colorido de extrañeza, y los límites donde esto se convierte en una falta innegable» (Hurtado, 2001).
-
Otro autor que se sumó a la literalidad en la traducción fue el venezolano-chileno Bello (Obra literaria, 1827). Afirmaba que una buena traducción es aquella que representa lo más fielmente posible las características del país de origen, el contexto histórico de la obra y el estilo del autor (Hurtado, 2001).
-
Se publica la traducción de la Ilíada (Leconte de Lisle, 1866). En ella, el traductor manifiesta que «la época de las traducciones infieles ha pasado. Se produce manifiestamente una vuelta hacia la exactitud del sentido y la literalidad» (Hurtado, 2001).
-
«La era de la traducción»: Aumentan las relaciones internacionales, se producen avances tecnológicos y la traducción pasa a ser necesaria. Surgen los primeros centros de formación, la interpretación consecutiva, la interpretación simultánea, el doblaje, la traducción automática, y la traducción se expande por todas las ramas del saber. Esta corriente es similar a la del siglo XIX, ya que es liberalista y no se tiene en cuenta la función utilitaria de la traducción (Hurtado, 2001).
-
«Die Aufgabe des Übersetzers» de Benjamin, 1923, deja claro que «la verdadera traducción es transparente, no cubre el original, no le hace sombra» (Hurtado, 2001).
-
Chukovsky escribe el primer libro específico sobre la traducción: «El arte de la traducción» (1930). Es una de las obras más importantes de la revolución soviética de la traductología (Hurtado, 2001).
-
Con la publicación de «Miseria y esplendor de la traducción» (Ortega y Gasset, 1937), el autor manifiesta que el público de un país concreto busca que la traducción transparezca los modos de hablar propios del autor traducido. En resumen, que se respete el estilo del autor y hasta la estructura del lenguaje de origen (Hurtado, 2001).
-
Entre los años 50 y 60 se desarrolla la época fundacional de la traductología como nueva disciplina, con estudios teóricos más descriptivos y sistemáticos, caracterizada por un acercamiento a la lingüística, aunque no libre de polémicas. Durante los 70, se plantean cuestiones fundamentales como el análisis del proceso traductor, las tipologías textuales o el papel del contexto. En los 80 se ampliarán los aspectos descriptivos y explicativos de estas cuestiones (Hurtado, 2001).
-
Estilísticas comparadas: Esta procede de la comparación de dos lenguas desde su punto estilístico, de aquí surgen los procedimientos de traducción, siendo el método personal del traductor para dar solución a ciertos problemas (Hurtado, 2001). Hurtado (2001) menciona que hay pioneros en este tipo de tendencia; tal y como Vinay y Darbelnet (1958), Malblanc (1961), Vázquez Ayora (1977), Scavée e Intravaia (1979), Newmark (1988), entre otros.
-
Dentro de los enfoques centrados en los aspectos socioculturales, se destaca Nida por proponer el carácter dinámico de la equivalencia traductora a través del concepto de equivalencia dinámica, que «prioriza la importancia del contexto y de la adecuación a las necesidades de los receptores a la hora de traducir» (Prats Rodríguez & Martínez Vilinsky, 2021, p.23).
-
Según la clasificación de Hurtado (2001), estos enfoques se caracterizan por poner énfasis en la función comunicativa de la traducción, los aspectos contextuales de la producción de la traducción y los elementos culturales en el universo del receptor.
Hurtado divide estos enfoques en dos grandes grupos: aquellos que inciden en los aspectos socioculturales y aquellos que inciden en los aspectos comunicativos. -
Se trata de aquellos estudios que se centran en el análisis de los procesos mentales que lleva a cabo el traductor durante el proceso de traducción. Existen varias tendencias. (Hurtado, 2001)
-
Publicación de los estudios sobre la teoría intepretativa o teoría del sentido. Algunos autores destacados: Seleskovitch (1968, 1975), Lederer (1981, 1994), Seleskovitch y Lederer (1984), Delisle (1980) (Hurtado, 2001).
-
Consideran el proceso de transformar información de un signo a otro como traducción. Hurtado trae acotación distintos autores que aplican este enfoque como: “Ljduskanov (1969) de la traducción como proceso de cibernético de signos, o la relación que estable Arcaní (1986) entre signo lingüístico y signo icónico” (Hurtado, 2001)
-
Los años setenta se caracterizan mucho por el enfoque que se le dió a la traducción, siendo más una operación textual. Reiss va más lejos al resaltar el rol de las tipologías textuales, y no solo enfocándose en el carácter textual y la funcionalidad equivalente de la traducción. (Hurtado, 2001)
-
Autores que inciden en la dimensión hermenéutica y en las reflexiones postestructuralistas de la traducción. Un autor relevante es Schökel, representante de la hermenéutica bíblica que analiza la traducción filosófica de Ladmiral (1997). Se especula con el escepticismo ante la utilización del método científico para estudiar la traducción (Paz, 1971; Venuti, 1986, etc.). Existen teorías canibalistas que aplican el tabú del canibalismo a la traducción (De Campos, 1972, 1981, etc.)(Hurtado, 2001).
-
Se destaca particularmente en este período la publicación de Holmes, en 1972 de «The Name and Nature of Translations Studies», que marca el inicio de la traductología como disciplina autónoma.
-
Steiner (1975) plantea la traducción desde un punto de vista filosófico-hermenéutico definiendo la traducción como un movimiento hermenéutico (Hurtado, 2001).
-
Algunos enfoques dan mayor prioridad a los elementos comunicativos, como el de House que en 1977 propone «los parámetros situacionales de análisis de la traducción» (Hurtado, 2001, p.129).
-
Entre los enfoques que hacen primar los aspectos socioculturales, podemos destacar a Even-Zohar que publica «Polysystem Theory». Junto con Gideon Toury, ambos teóricos plantean que las normas sociales y convenciones literarias de la cultura receptora son las que influyen en mayor medida en las decisiones que toma el traductor (Vukovic, 2012).
En Europa esta teoría de los polisistemas dará lugar a la escuela de la manipulación. -
Se incorpora más que todo los aportes de la lingüística y el análisis del discurso. Se introducen conceptos como: la superestructura, macroestructura y microestructura, textualidad, textura, coherencia y cohesión textual, tipologías textuales, intertextualidad, entre otros. Algo innovador es el cambio de la comparación de lenguas a la de textos. Algunos avanzan a la textología comparada, otros (House, Larousse...) añaden los aspectos extratextuales que afectan en la traducción (Hurtado, 2001).
-
Hurtado (2001) la destaca como una tendencia a mezclar los procesos anteriores; comparar gramaticalmente y usar ciertos procesos de traducción para hacer notables las diferencias. Tal y como Guillemin-Flescher, 1981; y Chuquet y Paillard, 1989.
-
La lingüística comparada tradicional: resalta por los estudios diacrónicos y, como Hurtado (2001) logra recalcar, esta se enfoque en las comparaciones por medio de categorías gramaticales entre lenguas de unidades desiguales. Un libro actual es «Teoría y práctica de la traducción» (1982) de García Yebra.
-
Hurtado (2001) describe este enfoque como uno de los más centrados en la lingüística, de modo que al centrarse en ello es inevitable terminar haciendo una comparación y descripción de lenguas, llevándose a cabo con diferentes tendencias.
-
Muy reconocido su uso en la aplicación de Larson en 1984, sin embargo, Hurtado continúa mencionando autores como Nida, Kade, Durisin, entre otros (Hurtado, 2001).
-
Dentro de los enfoques con incidencia en los aspectos socioculturales se encuentra la teoría del skopos (finalidad), a través de la cual de Reiss y Vermeer plantean que la traducción debe realizarse otorgando la mayor importancia al propósito del texto meta (Hurtado, 2001). La traducción está mediatizada por el objetivo que tenga el TM en la CM y que puede no ser el mismo objetivo que tiene el TO; no habría una única manera de traducir, sino tantas como objetivos traslatorios (Moya, 2004, p.88).
-
Hurtado (2001) lo considera la aplicación de la sistemática del gramático Guillaume que hace Garnier en 1985. Además menciona a Catford y la aplicación de Halliday en su obra, destacando que múltiples autores llevan a cabo esta tendencia lingüística.
-
Diferentes trabajos publicados entre los años 1985 y 2000 relacionados con traducción y perspectiva de género y traducción y poscolonialismo, se inscriben dentro del marco de los enfoques basados en aspectos comunicativos (Hurtado, 2001).
-
Christiane Nord, inscribiéndose en el marco de los enfoques que priorizan los aspectos socioculturales propone, a través del modelo funcionalista, la primacía de la función por sobre la fidelidad (Vukovic, 2012).
-
Entre los enfoques que priorizan los elementos comunicativos, encontramos los desarrollos de Hatim y Mason, que plantean un análisis de los textos desde el contexto del traductor y que «ofrecen categorías para estudiar las relaciones entre el contexto y la traducción» (Hurtado, 2001).
-
Publicación del análisis de Bell (1991). Es otra tendencia que se apoya en la psicolingüística y los estudios sobre inteligencia artificial de entonces (Hurtado, 2001).
-
Siguiendo el desarrollo de Hurtado (2001, p.129), Hewson y Martin proponen en 1991 el enfoque variacional que «incide en las relaciones entre cultura y traducción y considera a la traducción como una ecuación cultural».
-
El modelo psicolingüístico de Kiraly (1995). Propone un análisis de traducción desde dos perspectivas: como actividad comunicativa y social y como actividad cognitiva.
También se publican los modelos de «Esfuerzos de Gile» (1995a, 1995b) sobre la interpretación (Hurtado, 2001).