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1 CE
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Elías le informó/advirtió a Ajab que Dios era el único que iba a permitir que la lluvia vuelva como castigo por haber alejado al pueblo de Israel del Señor, el único Dios. -
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Elías sigue la palabra del Señor al pie de la letra y se esconde junto al torrente Querit. Durante este tiempo, consigue bebida del torrente y comida de unos cuervos que Dios había mandado para que lo alimentaran. -
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Al no haber más agua, ya que el torrente se había secado, el Señor le indica que viaje a Sarepta donde se hallaba una viuda que le proveería de alimento. -
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Al llegar a Sarepta, Elías le pide a la viuda de comer y beber, pero esta le informa que solo tiene un puñado de harina, un poco de aceite y un hijo al que alimentar y que no sabe si sobrevivirán, entonces, él le dice: “El tarro de harina no se agotará ni el frasco de aceite se vaciará, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la superficie del suelo”. Y así sucedió. -
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Luego de esto, el hijo de la viuda enfermó y más tarde murió. La madre del niño acusó a Elías de haber traído muerte a su hogar y de no ser un verdadero hombre de Dios, hasta que este le demostró lo contrario haciendo que el Señor reviviera al niño. -
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Luego de tres años, Dios le anunció a Elías que haría que lloviera con la condición de que este se presentase a Ajab.
Elías le ordenó a Abdías (el mayordomo del palacio) que le comunique a “su señor” (Ajab) que él se encontraba allí, y a pesar de que Abdías temía por su vida, Elías lo terminó convenciendo, y así, Abdías fue y le contó a Ajab que Elías se encontraba en Samaría y que se presentaría ese mismo día a él. -
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Al juntarse Elías y Ajab, este último lo acusa de ser el culpable de la sequía que estaba ocurriendo en Israel, pero Elías le dice la verdadera razón de esa desgracia, que eran él (Ajab) y la casa de su padre al haber abandonado al Señor y haber ido detrás de los Baales.
Elías “invita” a todo Israel a que se junte con él en el monte Carmelo en contra de los cuatrocientos profetas de Baal y los cuatrocientos profetas de Aserá, que comían a la mesa de Jezabel. -
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Una vez reunidos todos los profetas en la cima del monte Carmelo, Elías les propuso dejar en claro cuál de los dioses era el verdadero. Consistía en armar dos “fogatas” (una por Dios y otra por Baal) con un novillo encima, y, terminadas las fogatas, ambos grupos de profetas invocarían el nombre de su dios, y el que respondiese poniendo fuego a la fogata, ese sería el Dios verdadero. Elías invocó a Dios y este respondió prendiendo fuego la fogata, demostrando así que Él era el único dios. -
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Estando en el monte Carmelo, Elías mandó a su servidor a informarle a Ajab que la lluvia se aproximaba. Ajab al recibir el mensaje partió para Izreel. Elías corrió detrás del carro de Ajab hasta quedar entre él y la entrada de Izreel. -
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Ajab habló con Jezabel y le contó todo lo que Elías había logrado y luego un mensajero le comentó a Elías lo que Jezabel había decidido; que pensaba acabar con su vida como él había hecho con la de los profetas de Baal. -
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Elías tuvo miedo y huyó a Berseba de Judá, dejando allí a su sirviente. Llegado allí deseó la muerte e imploró para que esto pasara, pero luego, con el ánimo/pedido de un ángel y comida que lo fortaleció, siguió caminando cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb. Allí entró en una gruta y pasó la noche. -
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Por la mañana, Dios le dijo que saliera de pie en la montaña, delante del Señor, y así hizo, y luego vio pasar un viento huracanado, un terremoto, y por último, un fuego, y en ninguno se hallaba Dios; hasta que escuchó una suave brisa y lo pudo oír diciéndole que vuelva por el mismo camino, y así hizo Elías. -
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Eliseo había empezado a ser formado (para ser el siguiente profeta) por Elías y estaban caminando tranquilamente cuando un carro de fuego con también caballos de fuego los separó y Elías subió al cielo en un torbellino. El espíritu de Elías se posó en Eliseo.