Antropología filosófica. De la edad antigua a la edad media.

  • Heráclito - Formamos parte del todo.
    535 BCE

    Heráclito - Formamos parte del todo.

    Heráclito asegura que hay una unidad en la diversidad (Fr. 51) y esta unidad se da a partir de los contrapuestos (Fr. 58, 62, 59) porque “Lo que se opone se une” (Fr. 8) y conocemos que las cosas son uno, gracias al logos (Fr. 50). A su vez, considera al ser humano como un componente que forma parte de la armonía del cosmos y que el logos y la naturaleza guían el obrar del hombre hacia el bien y la verdad (Fr. 112).
  • Platón - Somos cuerpo y alma.
    428 BCE

    Platón - Somos cuerpo y alma.

    Platón plantea en el hombre un dualismo que consiste en una unión entre cuerpo y alma, en donde el gobernar, el dirigir, el deliberar y la propia vida son operaciones propias del alma (Platón 353d, p.44-45), por tanto, su consideración respecto al hombre consiste en un dualismo ontológico.
  • Aristóteles - Somos animales políticos
    384 BCE

    Aristóteles - Somos animales políticos

    Para Aristóteles somos un ser social, un ser político, por lo que nuestra educación debería estar encaminada por y para el estado (Aristóteles, Política, 147). Además, esta idea sobre lo social no sólo impregna su política sino también su ética “porque procurar el bien de una persona es algo deseable, pero es más hermoso y divino conseguirlo para un pueblo y para ciudades” (Aristóteles, Ética nicomáquea,131).
  • San agustín - Somos una creación de Dios
    354

    San agustín - Somos una creación de Dios

    Su antropología filosófica está marcada teológicamente y su razonamiento está sostenido sobre la revelación divina. Por ende, considera que el ser humano fue criado o creado por Dios y no que existió siempre como consideran otros
    (Agustín 350, 354), a la vez que sostiene nuestra relación de similitud con Dios y nuestra naturaleza caída consecuencia del pecado original (Cassirer 14).
  • Santo Tomás - Somos libres y racionales
    1225

    Santo Tomás - Somos libres y racionales

    Considera que el alma humana es incorpórea y subsistente (I, q. 75, a. 2), también que es intelectiva y que no tiene materia por que es forma absoluta y participa en el acto puro que es Dios (I, q. 75, a. 5), lo que nos otorga nuestro principal rasgo distintivo al ser producidos por Dios (I, q. 75, a. 6). Además, piensa que el ser humano tiene libre albedrío debido a que tiene la capacidad del análisis racional, lo que uniría la voluntad y el libre albedrío -el querer y elegir- (q. 83, a. 1-4).