-
Period: to
MÁS INFORMACIÓN
En la primera parte, el primer cuadro tiene lugar una mañana antes de comer. El segundo cuadro transcurre esa misma tarde. En la segunda parte, el tercer cuadro se desarrolla tres días después, cuando los presos acaban de cenar. En el último cuadro han pasado pocos días. Toda la obra comprende, pues, cuatro días o poco más, tiempo mínimo imprescindible para poder explicar el proceso mental que experimenta Tomás.
Información extendida en el documento de google. -
Presentación de Tomás y el hombre.
Como primera escena, vemos a un hombre vestido de uniforme que barre una habitación. Es Tomás, que lleva un código escrito en el pecho: C-72. Mientras suena “la Pastoral” de Rossini, habla con un hombre que está tumbado en la cama, de espaldas y sin mostrar su rostro. Parece enfermo. Tomás le pregunta si le gusta la música. El hombre no contesta y Tomás lo atribuye a su inanición: hace días que él no le ve comer ni beber. -
Primera visita de Berta: presentación
Entra una chica con un ratón en las manos: Berta, la novia de Tomás que lleva el mismo código que él. El ratón de Berta es del laboratorio de la Fundación, donde ella trabaja, y quiere salvarlo. Le ha puesto el nombre de Tomasín. Berta dice que odia a la Fundación y Tomás le argumenta que debería estar agradecida por permitirle acabar los estudios y por permitir que él acabe su novela. A Tomás, no le gusta el nombre del ratón y propone que lo llame Tulio, como su compañero más antipático . -
Presentación en escena de los personajes
Eso les lleva a hablar de los compañeros de celda. Ninguno cree que Berta esté en la fundación, por lo que la intenta convencer de que se quede para que la conozcan. Berta se despide y él quiere que vuelva por la noche. Berta dice que la habitación huele mal. Después de la marcha de Berta, llegan los compañeros con el mismo uniforme que Tomás. Tomás dice que ha tenido una visita, pero no dice de quién y eso encuriosece a los otros. Entra el encargado e interrumpe la conversación. -
Primeros sucesos sospechosos: whisky, el enfado de Tulio
Debido a la insistencia de los demás, Tomás cuenta que la visita fue de Berta. Tulio se enfada y Asel lo calma. Tomás no comprende porqué no le creen ni porqué se enfadan tanto. Tulio no quiere seguirle el juego a Tomás. Los demás le piden a Tulio una foto de grupo, él la quiere con la condición de que Berta se ponga a su lado. Tomás le pide a Tulio que retire los vasos. Tulio hace los gestos de recoger unos vasos imaginarios, Tomás se altera y le acusa de burlarse de él. -
El olor del baño y el aviso al encargado
Mientras acaban de poner la mesa, se quejan del mal olor que hace la habitación. Tomás cuenta que ya ha avisado del problema al encargado, mientras estaban los otros fuera y antes de que viniera Berta. Los compañeros se inquietan mucho. Asel le pregunta sobre qué hablaron y sí habló con el enfermo. Tomás dice que no porque el enfermo dormía, como “ahora”, a lo que el hombre contesta que está despierto. Todos miran a Tomás, que se pone a la defensiva porque no le creen. -
Le ceden la comida a Tomás
Tomás comenta la comida para distensionar el ambiente: dice que la comida es buena y abundante, y que todos han engordado. Asel, por otro lado, cree que Tomás está algo anémico. Por ese motivo, Asel le cede la ración del enfermo, a lo que Tomás acepta a regañadientes. Tulio dice que Asel es admirable por sus acciones, por regalar comida. Asel le recuerda que él también la cedió el día anterior, aunque fuera obligado por Asel. -
Tomás protesta por el trato al enfermo
Tomás cree que el enfermo debería tomar algo y Asel contesta que debe seguir una dieta absoluta. Tomás no entiende que se quejen de pasar hambre, si sobran alimentos. Sus companyeros le piden que no vuelva a quejarse del olor, porque los encargados se pueden molestar. Llegan el encargado y los camareros, que rien por los comentarios de Tomás (“la carta es excelente”). Les preguntan si el olor les molesta, a lo que Tulio niega. No obstante, el encargado les dice que enseguida lo arreglarán. -
Los cuadros
Tomás comenta un libro de cuadros con Asel y Max. Tomás habla de un cuadro, que atribuye a un pintor. Tulio, con indiferencia, lo corrige, por lo que Tomás se sorprende al ver que está en lo cierto. ¿Cómo se ha podido equivocar, si lo sabía?. Así pues, empieza a dudar de su percepción de las cosas. Invita a Tulio a unirse a admirar los cuadros del libro, pero Tulio prefiere seguir leyendo su libro. Siguen admirando los cuadros, con comentarios puntuales de Tulio, quien parece ser un experto. -
Segundo golpe de realidad
Tomás reconoce la sabiduría de Tulio. Este dice que vino a la fundación para perfeccionar la técnica del holograma. Tomás sigue con los cuadros, pero de pronto se da cuenta de que le falta la cajetilla de tabaco. Está convencido de que se la han robado sus compañeros, pero estos lo niegan. Sigue con los cuadros, un cuadro con ratones en una jaula ahora, que comenta con seriedad. -
Segunda aparición de Berta
Berta aparece de nuevo sigilosamente. Está contenta, pero los ratones la inquietan y se vuelve a ir. Tomás parece haber notado su presencia y sale al pasillo. Está nervioso y agobiado, y sus compañeros lo notan. -
Más golpes de realidad
A Tomás se da cuenta de que la escoba está más vieja y piensa que es una broma. Los camareros recogen la basura, pero esta vez cierran la puerta. Tomás no lo entiende y Tulio dice que la abra. Se inicia una discusión entre Tulio y Asel. Tomás propone que Tulio les haga una foto. Este simula sacar la foto con un vaso de aluminio. Se inicia otra pelea entre Tomás y Tulio. Tomás se va dando cuenta de la realidad, pide explicaciones y Asel se opone a sus compañeros. -
El hombre muerto
El hombre se queja de frío y hambre, por lo que Tomás, fuera de sí, exige a Asel que le conteste. El enfermo dice que se está muriendo. Asel exige silencio, porque se oyen pasos. Entran el encargado y su ayudante, examinan al hombre, está muerto desde hace seis días. Tomás no entiende lo que pasa, porque el hombre acaba de hablar. Se llevan al hombre. Los compañeros le explican que estaba muerto y por eso olía mal el cuarto, no era el retrete. Este murió de hambre. -
Tomás se pregunta si está enfermo
Tomás cree que está enfermo, porque su alrededor sigue cambiando: cuando va a buscar una cerveza al frigo, este no está. Las estanterías y la luz también han cambiado, y la ventana ya no está. Asel le contesta que están todos enfermos. Cuando Tomás le pregunta por el lugar en el que están, Asel intenta hacerle recordar, diciendo que lo sabe. Pero Tomás niega. -
Más realidad: la lámpara y el paisaje
A la hora de la cena, Tomás pregunta si siempre han llevado esos pantalones, a lo que sus compañeros asienten. Va a encender la lámpara, pero esta desaparece. Cuando el encargado pasa a hacer el recuento, Tomás se sorprende de no haber visto el campo a través de la puerta como otras veces. Se resiste a creer que sean imaginaciones suyas, y los compañeros dudan aún de su retorno total a la realidad. -
Preocupación por la falta de castigo
Desde que se llevaron al muerto han estado incomunicados y sin patio. A Tomás lo llevaron al locutorio para hablar con Berta. Los compañeros dudan de si lo llevaron al locutorio o si Berta existe. Le exigen a Tomás que cuente lo que pasó en el locutorio. Él explica que estuvo con Berta tras unas rejillas para evitar contagios y le dijo que no podía visitarlo más. Tomás contó a los guardias por qué mantenian el muerto en el cuarto, y estos le respondieron que mejoraría el suministro. -
Asel entra en cólera por por primera vez
Asel está convencido de que Berta no vino y recrimina a Tomás, violentamente. Los otros intentan calmarlo. Asel pregunta por qué no los trasladan a los sótanos y Tomás, asustado, dice que todo es muy extraño. Para demostrar que Berta existe, va a llamarla, pero finalmente no coge el teléfono. Los otros se tranquilizan. -
Tulio se abre a sus compañeros: su novia
Tulio explica que él también tiene una novia, que está en el extranjero, pero que esta es real, no como la de Tomás. Aún espera su regreso, aunque ella no sabe dónde está. Dice que es doctora en física y se conocieron por el tema de los hologramas. Tomás se pone nervioso, pero Tulio lo consuela, diciendo que volverán a ver a sus novias. Asel dice que hay que soñar. Brindan para cuando sean premios Nobel. Tulio exclama que soñando saldrán adelante. -
Ejecución de Tulio
Repentinamente llega el encargado, quien ordena a Tulio que recoja sus pertenencias y lo acompañe. Se despiden de él, abrazándose. Asel apunta que les van a apagar las luces, igual que se le apagará la luz a Tulio, pero Tomás no entiende. Cree que va a volver a ver a Tulio, pero Lino le cuenta la realidad: van a matarlos a todos. Tomás cree que lo quieren volver loco. -
Tercera aparición de Berta
A Tomás se le aparece Berta y quiere despertar a los compañeros para que vean que es real, Berta dice que no. Tomás no entiende por qué quieren matar a Tulio, qué pasa en la Fundación o por qué lloró en el locutorio. Berta dice que es por el ratón. Se besan, Asel se despierta y pregunta si pretende hacerles creer que Berta existe. Tomás asegura que Berta está presente. Asel lo culpa de que se han llevado a Tulio. Los dos pelean, y cuando Tomás va a buscar a Berta, esta no está. -
Tomás entra en razón
Tomás aporrea la puerta. Lino lo abofetea, con miedo de que vengan los guardias. Max dice que a él no le harán nada. Tomás cae en la cuenta de que todo es un delirio suyo. Asel concluye que ha vuelto a la realidad. Tomás dice que se encuentran en la cárcel, no la fundación. Asel dice que van a ejecutar a Tulio. Todos están condenados a muerte por expresar su opinión y querer justicia. Asel añade que es mejor morir que estar fuera y Tomás recuerda, cómo él también luchaba. -
Última visión de Berta
Tomás ve la imagen de Berta, con el ratoncito cogido de la cola, que suelta y cae. Berta mira a Tomás con pena. -
Revelación del motivo de encarcelamiento
Asel le pide a Tomás que recuerde lo que dijo a los guardias. Tomás reconoce que en los locutorios Berta le confesó que ninguna fundación la había becado. Llaman a Max a locutorios. De repente, Tomás recuerda que los denunció a todos, razón por la que están condenados a muerte. Se siente mal, pero Asel lo anima. Le da detalles de como lo pillaron repartiendo octavillas, y él los delató bajo tortura. No pudo soportar esa realidad, se quiso suicidar y por eso inventó la fantasía de la Fundación. -
Asel se abre a sus compañeros
Tomás se siente traidor, culpable de la caída de sus compañeros. Asel reconoce que el también delató a alguien una vez bajo tortura, y que por ello esa persona delatada murió. Añade que nadie puede mostrarse valiente como un león, sinó que al final todos son ratoncitos. Le pide a Tomás que no se sienta culpable, y que hay que actuar con humildad, sin culpabilizarse por los errores, por tener miedo, ni por ser humano. -
La verdad sobre Max y el plan de Asel
Lino cree que alguien provocó que no les llevasen a las celdas de castigo, tal como quería Asel, quien tenía un plan para poder escapar. Dice que fue Max. Asel conoce los planos de la zona, y desde la celdas de castigo se puede hacer un pequeño túnel que da a una alcantarilla que luego sale al exterior, tras una reja. Les da todos los datos, porque ellos aún tienen posibilidades de ser trasladados. Asel reconoce que les pueden ejecutar antes del traslado. -
Reflexión de Tomás
Mientras Lino piensa una trampa para Max, Tomás pregunta a Asel si todo lo que viven es real. Asel discrepa, dice que lo que piensa no es más que fruto del temor y que hay que aceptar los riesgos para no acabar torturado. Hay que buscar la verdad y acabar con la inacción, aunque tanto lo de fuera sea también una cárcel. Tomás se avergüenza de haber vuelto a esos pensamientos, pero Asel comprende que es porque está asustado. Tomás está decidido a escapar con Lino. -
Lino se enfrenta a Max
Llega Max de su supuesta visita al locutorio. Lino le dice a Max que ha estado en los locutorios y no lo ha visto. Max lo niega y Lino lo acusa de que otras veces lo han visto ir a la oficina con el guardián y volver con comida. Lino abre la boca de Max y huele su aliento, el cual huele a vino y comida. Lino tiene suficientes pruebas. Max aporrea la puerta para avisar a los guardias. El encargado y su ayudante abren la puerta y piden a Asel que salga. -
Muerte de Asel y de Max
Asel se despide de sus compañeros, dice que es un interrogatorio y que no dirá nada. Asel sale corriendo, el encargado ordena que se detenga. Asel se tira al vacío y muere (evitando delatar a sus compañeros). Los presos desde sus celdas gritan. Lino aprovecha la situación, se abalanza sobre Max y lo lanza por la barandilla abajo y entra en su habitación. Tomás no está de acuerdo con el acto de Lino. El encargado y su ayudante no han visto que ha pasado y les preguntan qué ha sucedido. -
Tomás simula que aún está enfermo
Tomás simula que aún está enfermo y pide explicaciones a la Fundación por lo ocurrido. El ayudante pregunta quién ha tirado a Max y responde que se ha tirado solo. El encargado pregunta porque Asel quería que les llevaran a las celdas de castigo y hacen ver que no saben nada. El encargado ordena que recojan todas las cosas de Max y Asel. Tomás está seguro de que volverán y los ejecutarán o los llevarán a las celdas de castigo y así poder llevar a cabo el plan de asel. -
Ejecución (no se dice explícitamente) de los dos presos restantes
Seguidamente, Lino y Tomás oyen pasos que se detienen delante de su puerta. Entonces entra el ayudante y les ordena salir de su celda junto con sus pertenencias. El ayudante se sorprende de ver a los dos presos contentos. La obra deja que el lector interprete si se han ejecutado o no a los presos. -
Llegada de nuevos presos
La obra acaba describiendo como la habitación va poco a poco recuperando su aspecto inicial, con los pequeños lujos que se imaginaba Tomás y de fondo suena la misma canción de Rossini. Finalmente, aparece el encargado e invita a entrar a la habitación a los nuevos huéspedes.