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Identidad entendida como algo fijo, natural y biológico. Asociada a la raza, al determinismo biológico y a categorías inmutables. El pensamiento positivista y el racismo científico refuerzan esta visión.
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La identidad se asocia a la cultura como un sistema cerrado y coherente. Cada grupo tendría una identidad cultural propia, estable y delimitada. Predominan las ideas de integración y adaptación social.
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Identidad vista como construcción social y no como esencia fija. El énfasis está en los procesos, en cómo los sujetos se identifican y son identificados. Se reconoce la influencia de las relaciones de poder y del contexto histórico.
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La identidad se concibe como fragmentada, múltiple y en constante transformación. Se critica la noción de una identidad única, coherente y estable. Autores como Foucault y Hall destacan el papel del discurso, la diferencia y la otredad.
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Las identidades se piensan en relación con los flujos globales de personas, culturas y tecnologías. Se enfatizan los procesos de hibridez, mestizaje e interseccionalidad. La identidad ya no es solo local o nacional, sino también transnacional y global.