Filosofos

San Agustín de Hipona

354

Fue obispo de Hipona, al norte de África y dirigió una serie de luchas contra las herejías de los maniqueos, los donatistas y el pelagianismo. Es considerado el máximo pensador del cristianismo del primer milenio dedicó gran parte de su vida a escribir sobre filosofía y teología, siendo Confesiones y La ciudad de Dios sus obras más destacadas. Es venerado como santo por varias comunidades cristianas, como la Iglesia católica, ortodoxa, oriental y anglicana.

Santo Tomás de Aquino

1225

Principal representante de la enseñanza escolástica. En materia de metafísica, su obra representa una de las fuentes más citadas del siglo XIII, La Iglesia católica lo nombra Doctor Angélico, Doctor Común y Doctor de la Humanidad y considera su obra fundamental para los estudios de filosofía y teología. La recepción de su obra favoreció la compatibilidad entre el pensamiento aristotélico y la fe católica, Sus obras más conocidas son la Summa theologiae, y la Summa contra gentiles.

Guillermo de Ockham

1285

Franciscano (representante más destacado de nominalismo) que dedicó la vida a la pobreza extrema. Su doctrina fue sospechosa de herejía al cuestionar muchos postulados de la teología tradicional, como la compatibilidad de la fe con la razón y la posibilidad de demostrar la existencia de Dios. Atacó los cimientos de la autoridad temporal del papa en sus escritos políticos, uniéndose al emperador Luis IV de Baviera en la lucha contra la Santa Sede. Murió a causa de la peste negra.

John Duns Scoto

1308

Teólogo, filósofo y sacerdote Ingresó en la orden franciscana y estudió en Cambridge, Oxford y París; donde fue profesor, fue uno de los tres filósofos-teólogos más importantes de la Europa de la Baja Edad Media, junto con Tomás de Aquino y Guillermo de Ockham. También desarrolló un argumento complejo a favor de la existencia de Dios, defendió la univocidad del ser, el voluntarismo, la revelación como fuente del conocimiento, la Inmaculada Concepción y la autoridad de la Iglesia.

Giovanni Pico della Mirandola

1463

Es especialmente conocido por los eventos acaecidos en 1486, cuando escribió la Oratio de hominis dignitate, que ha sido señalada como un manifiesto del Renacimiento​ y constituye un texto fundamental del humanismo renacentista presenta argumentos contra la práctica de la astrología que han tenido una enorme importancia hasta nuestras fechas. La enemistad de Pico contra la astrología parece deberse principalmente al conflicto con las nociones cristianas de libertad de elección.

Nicolás de Cusa

1464

Representa una figura clave en el pensamiento filosófico del Renacimiento. Anticipó rasgos de la época moderna, pero sin rechazar por completo el intelectualismo y el universalismo medievales. Su concepción filosófica contiene una profunda reflexión estética. Muestra un gran interés por los problemas de la creación, la mímesis, la percepción visual y la variedad. Su principal característica es la utilización de metáforas vinculadas a las artes plásticas, ciencias ópticas y matemáticas.

Nicola Maquiavelo

1469

Diplomático, funcionario, filósofo político y escritor italiano, padre de la Ciencia Política moderna. Fue así mismo una figura relevante del Renacimiento italiano. En 1513 escribió su tratado de doctrina política El príncipe.
Según Maquiavelo, la sociedad no se desarrolla por la voluntad divina, sino en virtud de causas naturales. Las fuerzas motrices de la historia son el “interés material” y la fuerza. Señaló la contradicción de intereses entre las masas populares y las clases gobernantes.

Santo Tomás Moro

1478

pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés, que fue además poeta, traductor, lord canciller de Enrique VIII, profesor de leyes, juez de negocios civiles y abogado. Su obra más famosa es Utopía, donde busca relatar la organización de una sociedad ideal, plantea la posibilidad de crear un estado justo en la que todos sus habitantes alcanzan la felicidad, por la organización del Estado, fue un importante detractor de la Reforma protestante.

Giordano Bruno

1548

Sus teorías cosmológicas superaron el modelo copernicano, pues propuso que el Sol era simplemente una estrella y que el universo debía contener un infinito número de mundos habitados por animales y seres inteligentes. Miembro de la Orden de los Dominicos, propuso en el campo teológico una forma de panteísmo, corriente filosófica que establece que la deidad, la naturaleza y el universo son lo mismo o equivalentes, es decir, que no se cree específicamente en la entidad divina llamada Dios